Dia 6 - El grupo se pone a punto

Sábado, 20 de Septiembre'14

El día empieza un poco antes de lo habitual y en un lugar diferente. Los pasos y los ojos entran en el Auditorio Pilar Barden preparando el cuerpo y los sentidos para la nueva casa por dos días.
"Camarines", "escenario", "bambalinas" son las nuevas palabras.

Ya sentados en el escenario, de frente para lo que va a ser el publico que se espera al día siguiente y con quien vamos a compartir o ofrecer el resultado de estos días bailando y construyendo, escuchamos a Wilfried y Amaya: "Estamos de invitados. Esta no es nuestra casa. Antes de empezar repasen los obstáculos que existen, para ni estropear nada ni hacernos daño."
El cuidado con los detalles, con la atmosfera general, la capacidad para hacernos abrir nuestros sentidos a lo que nos envuelve: características que marcan el trabajo de esta "pareja de sentidores-coreógrafos" y que no dejan de sorprender por la positiva. La Belleza se prepara con gestos fuertes pero delicados.

Antes de empezar este primer ensayo en el Auditorio, lo primero ya con la coreografía completa, el vestuario y en el lugar definitivo, se define una vez más el "para qué". Antes de repasar y limar pasos y detalles coreográficos, se repasa lo que da sentido a todo el proceso, a toda esta semana: esa es, realmente, la razón por la que estamos sentados en el suelo negro, delante de todas las sillas vacias del magnífico auditorio:
- "En el escenario se ven todos. Tengan consciencia de ello. Así que estén adelante o detrás, cada uno, cada detalle importa. Vosotros importáis."

- "Siempre que estéis en el escenario tenéis que brillar. Porque cada uno de vosotros tiene algo bonito y precioso para dar. Y es eso lo que queremos ver.
Así que, de cada vez que durante este ensayo gritemos alguna corrección es para que brilléis más, para que se vea todo lo precioso que sóis."

- No olvidéis permanecer en foco. Cómo diciendo "Estoy aqui. Y soy precioso(a)."
 Y es que cada vez sóis más preciosos!!"

- "Tenemos que mover el espacio. Llenarlo. Venga, con todo el alma!"



Estas  son las palabras de Wilfried y Amaya, el recordatorio del porque estamos haciendo todo esto.
La esencia de la Danza-Comunitaria, recordando la parte de la "Comunidad" en el momento en que el ambiente hace con que sea fácil importarnos más con la parte de la danza. Estamos, somos, creamos grupo. Y esa es la magnífica belleza del espetáculo construído, que va más allá de brazos estirados y movimientos bonitos.

Wilfried nos recuerda esto mismo contándonos la história del antropólogo: "En una tribu africana, un antropólogo lleva una cesta de fruta y la deja en un rincón. Del otro lado de la línea un grupo de niños a los que se dice que, el primer en llegar a la cesta se gana todas las frutas maravillosas que hay dentro. A la de 3, el antropólogo espera una gran carrera, pero ve que ningún de ellos se mueve. Le extraña, vuelve a intentarlo y al ver que reaccionan igual, sin moverse hacia la cesta, les pregunta qué pasa. La respuesta ilustra la esencia del trabajo que aqui presentamos: "Es que si uno coge la cesta, solamente ese quedará feliz. Y nosotros no queremos que sólo uno esté feliz, queremos que TODOS estén felices."
Eso es el sentido de la preparación de "La voz del silencio".

No hay protagonistas ni personajes secundarios. Cada uno tiene el papel principal de hacer lo mejor de sí en cada una de las partes - dentro y fuera del escenario - del espectáculo.
Como decía Susana, una de las participantes adultas: "Yo siento que mi papel es llenar los huecos. Para que nunca se vean espacios vacíos. Creo que eso es tan importante como estar en la línea de delante y hacerlo bien. Es cuidar el "todo", para que todo se vea bien."

Esta consciencia del "todo" es en si mismo un proceso. Mueve y toca egos, fragilidades, deseos.
Nos damos cuenta de que durante la semana también hubo momentos duros para muchos. Dudas, rebotes, insatisfacciones. "Me han quitado de delante", "No han hecho caso a mi material, a lo que propuse", "Nunca aparezco sólo(a)". Salen ahora estas pequeñas historias que han pasado desapercibidas. Porque todo se terminó solventado, todo terminó con una posibilidad de un paso más de crecimiento para cada uno de los protagonistas de estas historias. Esto es precisamente el poder del proceso: dar al "Yo" el lugar principal de ser lo mejor de sí, poniendo al grupo por delante.

Ahora, en estas 4 horas en que nos vemos por fin sobre el escenario y entre bambalinas repasamos pasos y papeles: cada uno tiene más que saber que sus movimientos visibles. Cómo ayudamos a los pequeños, que pequeños gestos podemos hacer para calmar a los más agitados, cómo contribuímos para la harmonia detrás del escenario. Todo eso es parte tan importante para el proceso como los dedos estirados, las entradas en tiempo o los brazos alineados durante la performance. Cuidamos el conjunto.

La consciencia de que el proceso incluye todo esto es visible por los comentarios que se escuchan en las conversaciones de pasillo. Por ejemplo, Elena comenta, con una sonrisa enorme,  lo que la trajo al projecto:
"Me he apuntado porque la danza en grupo mueve energía interior y hace dar y tomar de los demás. Y porque la vida está hecha de estas cosas. Mis expectativas eran de disfrutar, danzar libre, ser feliz...danzando. Voy a trabajar feliz, aún estando cansada. Libero tensiones, estrés, libero la cabeza..."

Y Elda, en la despedida,  resume el espíritu general que se siente en el grupo: "Pues mañana, a meternos en nuestro papel, a expresar con nuestro cuerpo y a hacer lo que sabemos! Expresar con toda nuestra fuerza los sentimientos que nos salgan, olvidando que otros ojos te miran."

A eso vamos. Y las carreras y risas compartidas que se ven entre los niños y adolescentes del proyecto, en la plaza del pueblo en el post-ensayo, olvidando edades, cansancio y diferencias, muestran que vamos por buen camino!